La sexta parece otra ciudad en cucuta
30.01.2015 a las 10:01 hs 0 267 0
Los peatones, que cansados de esquivar los carros y las ventas callejeras en andenes y calle, se desplazan ahora seguros y en armonía por la avenida sexta en el segundo día de despeje del espacio público. (Foto Juan Pablo Cohen / La Opinión)
Todos tenían ayer una historia por contar en la avenida sexta, despejada de ventas callejeras por la Alcaldía desde la media noche del martes.
Los 13 metros de ancho que tiene la vía ahora sí son aprovechados realmente para lo que fue construida, para el desplazamiento libre de los carros.
El resultado del despeje salta a la vista, dijo el conductor de taxi Rogelio Robles, al expresar con sorpresa que el tiempo que antes empleaba para recorrerla desde la calle segunda hasta la calle 12, de veinte minutos, ayer solo era de tres minutos.
“Esto no lo había vivido antes en esta vía”, dijo en tono agradecido este conductor de taxi, quien manifestó que si así va a ser la movilidad en las demás calles del centro, todos van a ganar.
Y todos son todos, manifestó el propietario de una cafetería en inmediaciones del Parque Lineal, Gonzalo Fernández, quien por segundo día consecutivo ayer no tuvo vendedores de yuca, papa, panela, cebolla ni tomates interrumpiendo la entrada de clientes en su negocio.
Por el contrario ayer el andén que pasa por su cafetería permanecía despejado y solo con peatones caminando libremente, “como no estaba sucediendo”, dijo.
Un sector por el que era difícil la movilidad, entre las calles octava y novena, ayer se mostraba plácido, sin el bullicio que se desprende de las ventas callejeras.
Muchos peatones se mostraron sorprendidos porque no sabían de la existencia de algunos negocios de comerciantes formales que permanecían casi que ocultos por la excesiva contaminación visual que les llevaban a diario los informales con sus carretas y zorras.
“Uno solo veía carretas y vendedores en la sexta”, dijo Emiliano Rosas, un vecino del parque Antonia Santos.
Pero si alguien estaba contento ayer eran los vecinos de la avenida sexta en el tramo que comprende las calles sexta, séptima y octava, quienes completaron 48 horas librados de la excesiva contaminación auditiva que producían los vendedores de panela, aguacate y verduras que se apostaban a diario en ese sector.
“Créame que si no se hubiera puesto fin a tanta invasión del espacio público muchos aquí íbamos a terminar enfermos o en el manicomio, por tanto ruido”, dijo María Josefa Jaimes, dueña de un almacén de telas.
La Corporación Autónoma Regional para la Frontera Nororiental (Corponor), en el reciente Día sin Carro que se llevó a cabo en Cúcuta hizo mediciones en esa zona y corroboró que es de las más ruidosas, junto con la avenida séptima con calle 9.
Allí no había control del ruido y por ello la contaminación doblaba los niveles permitidos al oído humano (55 decibelios).
Fruto de este alivio que ahora se siente en la avenida sexta, es que José Pérez, un comerciante de zapatos que tiene su negocio en este sector, ahora está haciendo la siesta de una hora que no podía por el ruido de los vendedores ambulantes.
“Ayer pensé que estaba en otra ciudad, porque no escuché el bullicio de siempre”, dijo.
La presencia de unos 100 hombres de la policía era prenda de garantía ayer en el centro para asegurar el espacio público a los ciudadanos.
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