El gran fraude de Chespirito

21.01.2015 a las 13:48 hs 0 280 0

El gran fraude de Chespirito

#Historia

El recién fallecido Roberto Gómez Bolaños es un personaje clave de la televisión mexicana, la cual fue su plataforma para entretener a la audiencia mediante la comedia , cosa que logró por 24 años al aire y más de 1300 capítulos de su programa “Chespirito”. Sin embargo, diversas situaciones fueron incorporadas en su programa que no necesariamente son loables ni mucho menos valiosas y que contravenían muchas veces las leyes. Aquí las peores situaciones que tienen que ver con Chespirito:

1) Robar derechos de autor

EL programa “Chespirito” comenzaba con una canción que es prácticamente identificada por todo México (y gran parte del mundo de habla hispana, como el mismo se refería de Sudamérica), y el cual es un robo vil y descarado de la pieza electrónica compuesta por el francés Jean Jacques Perrey The elephant never forgets (el elefante nunca olvida), la cual a su vez es una adaptación del segundo acto del Opus 113 de la pieza “Las ruinas de Atenas” del gran Ludwig Von Beethoven. Esta parte es conocida comúnmente como “la Marcha Turca”. https://www.youtube.com/watch?v=yX3nWbeSqx8 (“Marcha Turca” a partir 6:48)

Lo mismo sucedió con las composiciones que se usaban con la de “El Chapulín Colorado” la cual se llama Baroque Hodeown o la clásica del programa: Country Rock Polka del mismo autor francés, tocas sacada del álbum Moog Indigo. Es decir, le robó no una ¡sino tres piezas para su programa sin pagarle un sólo centavo! Ni siquiera los mencionaba como autores de las piezas musicales.

2) Dobles estándares a la hora de juzgar

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Pero así como Chespirito era laxo tomando sin permiso piezas musicales sin pagar derechos de autor, era estrictísimo con sus trabajadores (actores y actrices) para que no usaran el personaje que representaban en el programa sin pagarle regalías de derechos de autor. Esto lo lograba ya que tenía las patentes y los derechos reservados de todos los personajes. Esta última situación fue motivo de eternos conflictos entre Chespirito con Carlos Villagrán “Quico” y María Antonieta de las Nieves “La Chilindrina”. Pero cómo decía el propio Villagrán: “Roberto sólo me dijo que interpretara a un niño emberrinchado y chiquiado. Yo le incorporé a “Quico” la voz, las poses y los movimientos tan característicos del personaje. El sólo decidió el atuendo”. Es decir Villagrán fue el que hizo famoso a Quico, Ramón Valdés a Don Ramón, Edgar Vivar al señor Barriga, y así.

3) Opacar a sus personajes

segoviano

Como escritor y director del programa, Chespirito procuraba opacar a los personajes para que no sobresalieran más de los que él mismo representaba (Chavo, Chompiras, Chapulín, Dr. Chapatín), y esto lo lograba simplemente reduciendo los “chistes” principales de sus colaboradores o sacándolos por un tiempo de las escenas. Un ejemplo obsceno es (lo recordaran bien) cuando al empezar su programa y anunciaba los créditos omitía que salieran los personajes al presentarlos, y recordaran cuando decían: “Dirección de cámara: Enrique Segoviano” y aparecía el propio Bolaños “controlando” una cámara. Segoviano no sólo era director de cámara sino que también era productor del programa y por alguna razón, nunca lo mostraron.

(Ya hicimos más por él que el programa en 24 años)

4) ¿ Moralidad como el dice?

El propio Bolaños decía que sus personajes estaban destinados a mostrar virtudes y buenos comportamientos a través de chistes, sin embargo la serie está llena de gags ofensivos, con uso de violencia o de una moralidad dudosa. Lo que contradice esta declaración. Recuerdan cuando el profesor Jirafales llegaba a “visitar” a doña Florinda y ésta mandaba a Quico a comprar cualquier cosa, bueno, pues no se necesita ser mal pensados para entender que eran amantes y seguramente el profesor era casado por lo que visitaba a hurtadillas a doña Florinda. Otro ejemplo era el mensaje psicológico que el programa mandaba que ante cualquier conflicto se “valían” los golpes a manera de muestra de inconformidad. Esto es gravísimo y nunca nadie intentó siquiera remediarlo.

No se critica que esta "violencia" exista, pues para ello tendríamos que poner en la Tv puros programas inocentes y quitar a series como Los Simpson o Dragon Ball (mucho más criticados en ese sentido que Chespirito, por ejemplo), sin embargo, es para aclarar que los programas no eran tan nobles como su creador lo declaró.

5) Repetir guiones ad nauseam

repetir

Son tan similares los capítulos entre sí, que puede decirse que “Si has visto algún capítulo de Chespirito, los has visto todos”. Incluso llegó a repetir el argumento de algún capítulo en tres o hasta cuatro ocasiones. Esto es algo que con el paso del tiempo se ha acentuado, ya que cuando salía el programa al aire pues era transmitido un capítulo cada semana. Actualmente se puede ver en diversos formatos la serie completa, eso si hay alguien que lo logre. De hecho cabría el reto: Se busca persona que se aviente de corrido toda una “temporada” del Chavo del Ocho sin revolcarse en su asiento, el que lo logré se hará acreedor de un viaje para dos personas con todo pagado a Tangamandapio.

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